COMO ME GUSTA QUE ME SORPRENDAN.........

No hay nada que más me guste que me sorprendan. Nos situamos, en última cena de familia, 3 de diciembre, nos reunimos entorno a la mesa para compartir un buen rato. Cena a base de quesos, dos de pasta blanda (un Brique de vaca y uno de cabra con ceniza), un Saint-Paulin y un Emmental, además de unos embutidos de Joselito, jamón y caña de lomo espectaculares.

Laura nos prepara unos tortelloni rellenos de ricotta y cebolla caramelizada, con pecorino rallado traído directo de Italia, el país natal de Laura, para chuparse los dedos. Quedan pendientes unas focaccias y pizzas de elaboración artesanal al estilo lombardo.

Rafa siempre tiene un as guardado en la manga en forma de vino, sabe de mi devoción y logra siempre sorprenderme. En esta ocasión……………..un vino de la D.O. Empordà (Espolla), de un buen amigo, Rubén Parera, Terrer d’en Tassis 2009, vino tinto elaborado a partir de Lladoner Negre (70%) y Syrah (30%), sorprendente, como nos tiene acostumbrados, un vino de corte mediterráneo, fresco y cautivador. Aromas lácteos mezclados con frutillos rojos y negros, unas notas a caramelos de violetas que le dan frescor, junto a hierbas aromáticas como lavanda, combinado con unos toques especiados, algo mentolado con recuerdos balsámicos (ungüentos) y algo de clavo. Evoluciona muy bien en copa aumentando su expresividad y apareciendo notas a fino cacao y fondo mineral que será más notable después en boca. Atractivo y complejo, vamos, que invita a beber. Ya en boca sentimos todo ese frescor que se mostraba en nariz, con amplio recorrido y con cierta persistencia, algo fácil de beber, diría que es algo femenino y aterciopelado, muy bonito. Puestos a pedir, buscando mejorar, me gustaría algo más de presencia, tal vez un tanino maduro más marcado, puesto que para lo joven que es ya está muy limado, vamos que está en su mejor momento para disfrutarlo.

Final de fiesta con gintónic de Bulldog y fever tree con lima, una ginebra inglesa algo más densa de lo que estamos acostumbrados, por encima de la Citadelle, con aromas muy atractivo a enebro y regaliz.