Castellroig, pasión
por el terroir…
Un titulo algo
cursi, si, lo admito, pero después de estar toda una tarde escuchando a Marcel
Sabaté, la cabeza más visible de Caves Castellroig (Finca Sabaté i Coca)
hablando de la importancia de la calidad del suelo de sus viñas y probar sus
vinos en un paisaje idílico, como es el de les Valls d’Anoia (Vall de Bitlles)
y en su bodega (interesante la visita al museo, por cierto)... ¡no puedo estar
más de acuerdo!
La excusa de reunir
a varios bloggers, no deja de ser otra manera de dar a conocer, sea por el
canal que sea, los frutos que su trabajo, su ilusión y empeño (incluso el
monetario) por dar un plus de calidad a una zona anclada en un concepto de las
altas producciones y bajas calidades, una zona donde importaban más los kilos/cepa
que la calidad resultante, el “otro” Penedés, por suerte esto está cambiando.
Después de dar un paseo
en un vehículo 4X4 hasta las viñas de Xarel·lo que nos quieren presentar, en un
paraje espléndido, llegamos hasta las terrazas naturales donde están plantadas
las nuevas cepas, ya tienen tres años, pero no será hasta los ocho años que su
fruto tenga la calidad suficiente para entrar en bodega. Estos suelos están
compuestos de materia arcillo-calcárea y cantos rodados, piedras redondas que
nos recuerda que por allí hubo un rio hace muchísimos años. Bueno, llegamos a
la última parcela y nos refrescarnos con una copa de cava rosado, Sabaté i Coca
2010 100% garnacha, a pié de viña, con el macizo de Montserrat al fondo, un cava
que me fascinó, con una fresas y grosellas aún frescas, mezcladas con notas
algo herbáceas (no dudéis en quedaros una botella si os pasa por delante de las
manos)
Volvemos a bodega
para probar los Xarel·los. El sol ya cae, y es el mejor momento para dedicarle
tiempo a esos vinos de los que tanto predican sus bondades Juan Manuel y
Marcel. Empezamos con un Xarel·lo sin crianza, un 2013, un vino muy fresco,
joven y bien armado, trabajado sobre lías, dato importante, ya que seguidamente
abre Marcel un 2012, impaciente por enseñarnos el potencial de su vino más “joven”
. Si, un vino sin crianza del Penedés que aguanta el paso del tiempo, no sólo
lo aguanta, también gana en complejidad y elegancia.
Pasamos a un vino
totalmente diferente, aquí podemos apreciar lo que antes hablaba sobre el “terroir”,
la misma variedad pero en un terreno diferente, resultado….un vino diferente,
soberbio y sobresaliente, diría yo. Terroja 2010 Magnum, un vino sin crianza, fermentado
en depósito de ínox sobre lías. Nuevamente, muy complejo, con gran aporte en
aromas primarios y con un fondo salino y mineral. ¡Brutal!
Seguidamente,
catamos el Selecció 2011, Xarel·lo y algo de Chardonnay, las dos fermentadas en
barrica de roble francés, notas ahumadas y cremosas en nariz y una fruta madura
marcada en boca, un vino con gran cabida gastronómica.
Pasamos a los cavas
elaborados con Xarel·lo, el Sabaté i Coca Reserva de la Familia, un gran cava
que nace del coupage de distintos Xarel·los de diferentes fincas (terroirs)
fermentados en barrica, con una crianza mínima de 24 meses. Delicado, largo, complejo
y elegante, con un carbónico muy integrado. Y ya para despedida y brindis
final, acompañado de embutidos, quesos, pan y aceite de la finca, nos abren unas
botellas de cava Gran Reserva, Xarel·lo y Macabeo de viñedos viejos, con más de 36 meses de crianza en
rima, un cava para acompañar comidas, elegante, con una fruta madura algo más
marcada que el anterior, con muy buen recorrido y cierta carnosidad.
Me gustaría dar la gracias, a la bodega, a
Marcel, su hermano y su padre, en especial a Juan Manuel Gonzalvo, seguiremos
apoyando su trabajo y sus acciones. Gracias amigos!
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