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jueves, 3 de julio de 2014

PASIÓN POR EL TERROIR...



Castellroig, pasión por el terroir…
Un titulo algo cursi, si, lo admito, pero después de estar toda una tarde escuchando a Marcel Sabaté, la cabeza más visible de Caves Castellroig (Finca Sabaté i Coca) hablando de la importancia de la calidad del suelo de sus viñas y probar sus vinos en un paisaje idílico, como es el de les Valls d’Anoia (Vall de Bitlles) y en su bodega (interesante la visita al museo, por cierto)... ¡no puedo estar más de acuerdo!



Marcel Sabaté lo tiene bien claro, el vino de calidad empieza en la viña, no sólo en la viña, sino en el suelo. Castellroig se ha dado cuenta de la calidad de sus suelos, el entorno donde sus cepas “habitan”. De la mano del enólogo errante, Juan Manuel Gonzalvo Mancilla, sale esta colaboración, una apuesta por un vino que describa un territorio, un “vi de terrrer”. Se ha estudiado minuciosamente el terreno, para desvelar lo que ya sabían, el potencial de sus parcelas. Esto no tendría el resultado adecuado si no fuera por el trabajo minucioso que llevan a cabo, sea éste, en las acciones más aconsejadas para cada tipo de parcela, como los rendimientos de cada vitis dependiendo el terreno donde están plantadas. Cada parcela recibe sus cuidados adecuados, hasta llegar a entender la relación entre la producción y la calidad.

 
La excusa de reunir a varios bloggers, no deja de ser otra manera de dar a conocer, sea por el canal que sea, los frutos que su trabajo, su ilusión y empeño (incluso el monetario) por dar un plus de calidad a una zona anclada en un concepto de las altas producciones y bajas calidades, una zona donde importaban más los kilos/cepa que la calidad resultante, el “otro” Penedés, por suerte esto está cambiando.
Después de dar un paseo en un vehículo 4X4 hasta las viñas de Xarel·lo que nos quieren presentar, en un paraje espléndido, llegamos hasta las terrazas naturales donde están plantadas las nuevas cepas, ya tienen tres años, pero no será hasta los ocho años que su fruto tenga la calidad suficiente para entrar en bodega. Estos suelos están compuestos de materia arcillo-calcárea y cantos rodados, piedras redondas que nos recuerda que por allí hubo un rio hace muchísimos años. Bueno, llegamos a la última parcela y nos refrescarnos con una copa de cava rosado, Sabaté i Coca 2010 100% garnacha, a pié de viña, con el macizo de Montserrat al fondo, un cava que me fascinó, con una fresas y grosellas aún frescas, mezcladas con notas algo herbáceas (no dudéis en quedaros una botella si os pasa por delante de las manos) 


Volvemos a bodega para probar los Xarel·los. El sol ya cae, y es el mejor momento para dedicarle tiempo a esos vinos de los que tanto predican sus bondades Juan Manuel y Marcel. Empezamos con un Xarel·lo sin crianza, un 2013, un vino muy fresco, joven y bien armado, trabajado sobre lías, dato importante, ya que seguidamente abre Marcel un 2012, impaciente por enseñarnos el potencial de su vino más “joven” . Si, un vino sin crianza del Penedés que aguanta el paso del tiempo, no sólo lo aguanta, también gana en complejidad y elegancia.
Pasamos a un vino totalmente diferente, aquí podemos apreciar lo que antes hablaba sobre el “terroir”, la misma variedad pero en un terreno diferente, resultado….un vino diferente, soberbio y sobresaliente, diría yo. Terroja 2010 Magnum, un vino sin crianza, fermentado en depósito de ínox sobre lías. Nuevamente, muy complejo, con gran aporte en aromas primarios y con un fondo salino y mineral. ¡Brutal!



Seguidamente, catamos el Selecció 2011, Xarel·lo y algo de Chardonnay, las dos fermentadas en barrica de roble francés, notas ahumadas y cremosas en nariz y una fruta madura marcada en boca, un vino con gran cabida gastronómica.


Pasamos a los cavas elaborados con Xarel·lo, el Sabaté i Coca Reserva de la Familia, un gran cava que nace del coupage de distintos Xarel·los de diferentes fincas (terroirs) fermentados en barrica, con una crianza mínima de 24 meses. Delicado, largo, complejo y elegante, con un carbónico muy integrado. Y ya para despedida y brindis final, acompañado de embutidos, quesos, pan y aceite de la finca, nos abren unas botellas de cava Gran Reserva, Xarel·lo y Macabeo de viñedos viejos, con más de 36 meses de crianza en rima, un cava para acompañar comidas, elegante, con una fruta madura algo más marcada que el anterior, con muy buen recorrido y cierta carnosidad.



Me gustaría dar la gracias, a la bodega, a Marcel, su hermano y su padre, en especial a Juan Manuel Gonzalvo, seguiremos apoyando su trabajo y sus acciones. Gracias amigos!


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