Después de revisar una interesante guía de vinos catalanes, hecha mediante el criterio
que ofrece la cata a ciegas (regalo de mi sobrino), hay una bodega referenciada
por la calidad de sus vinos. Una bodega situada en la Cataluña norte, vamos, en
Francia, se ubica en el Rosselló, en una pequeña población de unos 600
habitantes aproximadamente, Terrats.
La bodega en cuestión es Domaine Ferrer Ribiere, dos socios son los actuales
propietarios Denis Ferrer y Bruno Ribiere. Sus ventas no sólo están centradas
en el mercado galo, tienen dos grandes clientes: los noruegos y los
canadienses, estos se llevan casi en 40 % de su producción.
Elaboran vinos de producción reconocida (certificados) como ecológica desde
2007, pero ya se habían puesto manos a la obra 3 años antes. Este es un símbolo
de calidad y peculiaridad reflejada en sus vinos.
Una familia dedicada al cultivo de la viña desde varias generaciones,
vendiendo su producción a la cooperativa de pueblo, decide tirar por su cuenta
y crear su propia bodega, como ya han hecho muchas, no tendría nada singular y
hasta aquí la historia os puede sonar a la de otras bodegas, sino fuera porque
en ellas se encuentran unas vides de Cariñena con más de 133 años de edad,
vides prefiloxéricas. Sus suelos están compuestos de diferentes estratos, unos
arcillosos-calcáreos y otros que combinan la pizarra, dando vinos con cierta
mineralidad.
Después de concertar cita con ellos, quedamos en la bodega y me ofrecen la posibilidad
de catar todos sus vinos. Cuento con la compañía de la mujer de Denis, que es
la encargada de abrir y comentar los vinos que estoy probando, no tienen reparo
en abrir botellas a un desconocido, a alguien que se atreve a hacer un viaje
desde el otro lado de la frontera, bueno tan solo a dos horas y media, creo que
no está tan lejos y es una zona donde sus vinos son desconocidos para nosotros.
El idioma no es un problema, su dominio del catalán y con mi poco de francés
nos hacemos entender a la perfección e incluso podemos entrar en detalles
en métodos de elaboración, aromas y sabores.
Esta bodega trabaja con varias variedades de uva, para blancos utilizan Muscat (para vinos jóvenes y frescos), Garnacha Blanca y Gris, para blancos monovarietales de crianza en barrica e incluso Macabeo para una rareza de vino oxidado, algo que recuerda a vinos generosos, muy peculiar. Una Muscat de Rivesaltes dulce natural con 16º de alcohol, de vendimia tardía excelente como vino de postre o con algún queso curado de cabra.
Para tintos monovarietales la Cariñena, Syrah, Garnacha negra y Mourvèdre, utilizados también en coupage para otras botellas.Os emplazo a probarlos
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