Colet es una bodega dedicada a elaborar
vinos espumosos en el Penedés, centro neurálgico de la D.O. Cava.
Si creíamos que sólo se podían hacer espumosos de calidad amparados por esta denominación de
origen, íbamos equivocados.
Sergi Colet, propietario y enólogo de esta bodega familiar con más de dos
siglos de historia, puso fin a sus prácticas en una bodega francesa, cuna del
método champenoise y decidió volver para
combinar tradición y modernidad. Con 26 hectáreas de viñedo, ubicados en la D.O. Penedés, asume que es
hora de darle la vuelta al concepto de elaboración de los vinos espumosos que
se estaban haciendo en nuestro país.
Sin dejar de hacer vinos con las variedades típicas del Cava:
Xarel·lo, Macabeo y Parellada, decide ampliar con variedades foráneas, como la
Gewürztraminer o Riesling y así darle un toque personal al concepto del
espumoso que se estaba haciendo hasta ahora. Esto será uno de los detonantes
que le llevará a dejar la D.O. Cava y pasar a pertenecer a D.O. Penedés.
Algo que tiene muy bueno el
pertenecer a la D.O. Penedés -creo yo-, es la autoprotección que se ejerce
para favorecer al producto final, bloqueándose a intrusismos y forzando a las
bodegas a seguir unas normas marcadas por el “consejo regulador”, normas a las
que han llegado tras los acuerdos entre las bodegas que han querido salirse de
una denominación de origen con la cual no estaban de acuerdo y empezar con nuevas reglas que claramente van a favor
de la calidad, como pueden ser la obligatoriedad en el tiempo mínimo de crianza
en rima que sea de 15 meses y no de 9 como en el Cava, o que las viñas sufran
una reconversión hacia la viticultura ecológica, periodo que dura tres años
hasta obtener el certificado CCPAE que estará reflejado en la contraetiqueta de
la botella. También encontraremos en el tapón la fecha de degüelle, algo
importante para saber el tiempo que tiene el vino en botella. Aquí ganamos todos, tanto el medio como el
consumidor final.
Agradecer a Sergi Colet (a quien no le costó hacer un hueco en su apretada
agenda) el tiempo dedicado a hacernos una presentación de la variedad de
sus productos. Esto ya era un presagio de lo que acontecería después, puesto
que escuchar hablar a alguien de los vinos que elabora es como oír hablar de
sus “hijos”, mezcla de orgullo y pasión, en una presentación amena y didáctica
para todos los allí presentes.
Nos puso al día con una breve historia de la bodega y la localización de la
misma, ubicada en un paraje idóneo para los vinos espumosos, tanto por la
calidad del suelo como por la inclinación y la insolación a la que están
expuestas las viñas.
Empezamos con un espumoso elaborado con las tres variedades típicas del
Cava, Tradicional Extra Brut, aquí encontramos la similitud con otros
productos pertenecientes a otras bodegas de la zona. Notamos esos toques a
frutos secos y algo de pastelería que le daría la segunda fermentación en
botella. Con una crianza mínima de 30 meses, tenemos un vino con un carbónico
muy integrado, fresco y con buen recorrido, apto como copa de bienvenida y
aperitivos. El vino de más tirada en número de botellas por la bodega y
referente de ella misma
Vatua! Extra Brut, con 18 meses mínimo de crianza en rima, Muscat,
Parellada y Gewürztraminer, aquí empezamos a encontrar ciertas diferencias con
los espumosos clásicos de la zona. La Muscat que se recoge sin llegar a la
plena madurez, para evitar esos aromas
tan típicos y pesados (terpénicos), y el
repunte que le da la Gewürztraminer que se nota en boca al calentarse tras
haberlo ingerido, devolviendo fruta de carne amarilla, haciéndolo un vino
refrescante pero armado de aromas primarios muy aconsejable para combinar con
comida oriental
A posteriori Brut, con 18 meses mínimo de crianza en rima, un
rosado 100% Merlot, algo fuera de lo normal en espumosos, creo que es el único
elaborado con esta variedad. Algo sorprendente, sobre todo en boca, ya que
revela una cierta potencia, maridando muy bien con platos ligeros como pastas
con base de tomate, pizzas y carnes blancas. Nariz con notas verdes (pimientos)
y frutos rojos, en boca es amplio, con cierta densidad y buena acidez
Assemblage
Extra Brut, Pinot Noir y Chardonnay, 30 meses de
crianza en rima hacen de este vino todo un reflejo del paso por Francia de
Sergi. La alta calidad y singularidad de este espumoso nos dará un diferencial
en calidad que nos hará saborear la copa hasta el final queriendo repetir una
vez más. Color algo roto por la Pinot Noir, un tinte a ojo de perdiz, en nariz
es femenino y sutil, teniendo que bucear dentro de la copa para arrancar los recuerdos
que entrelazados nos sugiere una gran paleta de aromas. En boca es
aterciopelado, el carbónico nos acompaña como algo testimonial y se funde en la
boca sin dificultad. Rotundamente fantástico
Dejamos los
espumosos más tradicionales y catamos los Colet-Navazos, nos embarcarnos
en una propuesta altamente interesante como es el resultado del binomio Equipo
Navazos y Sergi Colet. Dos tipos de vino son el resultado de esta colaboración
entre vinos de Jerez y vinos del Penedés, algo muy singular y único
COLET-NAVAZOS RESERVA 2008 Extra Brut, un Chardonnay con más de 40 meses de rima y
con un porcentaje de Manzanilla pasada (creo que 3,5%) para dar un vino con una
profundidad y complejidad notable. El otro “proyecto” COLET-NAVAZOS 2009 Extra Brut un Xarel·lo de 30 meses
de rima acompañado por un Palo Cortado (en menor proporción que la Manzanilla,
recuerdo que era de un 2,5%) secante y con carácter. Vinos que nos abren un
abanico a nivel gastronómico inmenso a combinaciones de sabores y aromas, la
mezcla entre el Norte y el Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario