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domingo, 6 de mayo de 2012

DOMAINE FERRER RIBIERE...BIENVENIDOS AL NORTE

Después de revisar una interesante guía de vinos catalanes, hecha mediante el criterio que ofrece la cata a ciegas (regalo de mi sobrino), hay una bodega referenciada por la calidad de sus vinos. Una bodega situada en la Cataluña norte, vamos, en Francia, se ubica en el Rosselló, en una pequeña población de unos 600 habitantes aproximadamente, Terrats.

La bodega en cuestión es Domaine Ferrer Ribiere, dos socios son los actuales propietarios Denis Ferrer y Bruno Ribiere. Sus ventas no sólo están centradas en el mercado galo, tienen dos grandes clientes: los noruegos y los canadienses, estos se llevan casi en 40 % de su producción.
Elaboran vinos de producción reconocida (certificados) como ecológica desde 2007, pero ya se habían puesto manos a la obra 3 años antes. Este es un símbolo de calidad y peculiaridad reflejada en sus vinos.

Una familia dedicada al cultivo de la viña desde varias generaciones, vendiendo su producción a la cooperativa de pueblo, decide tirar por su cuenta y crear su propia bodega, como ya han hecho muchas, no tendría nada singular y hasta aquí la historia os puede sonar a la de otras bodegas, sino fuera porque en ellas se encuentran unas vides de Cariñena con más de 133 años de edad, vides prefiloxéricas. Sus suelos están compuestos de diferentes estratos, unos arcillosos-calcáreos y otros que combinan la pizarra, dando vinos con cierta mineralidad.

Después de concertar cita con ellos, quedamos en la bodega y me ofrecen la posibilidad de catar todos sus vinos. Cuento con la compañía de la mujer de Denis, que es la encargada de abrir y comentar los vinos que estoy probando, no tienen reparo en abrir botellas a un desconocido, a alguien que se atreve a hacer un viaje desde el otro lado de la frontera, bueno tan solo a dos horas y media, creo que no está tan lejos y es una zona donde sus vinos son desconocidos para nosotros.
El idioma no es un problema, su dominio del catalán y con mi poco de francés nos hacemos entender a la perfección  e incluso podemos entrar en detalles en métodos de elaboración, aromas y sabores.




Esta bodega trabaja con varias variedades de uva, para blancos utilizan Muscat (para vinos jóvenes y frescos), Garnacha Blanca y Gris, para blancos monovarietales de crianza en barrica e incluso Macabeo para una rareza de vino oxidado, algo que recuerda a vinos generosos, muy peculiar. Una Muscat de Rivesaltes dulce natural con 16º de alcohol, de vendimia tardía excelente como vino de postre o con algún queso curado de cabra.
Para tintos monovarietales la Cariñena, Syrah, Garnacha negra y Mourvèdre, utilizados también en coupage para otras botellas.Os emplazo a probarlos

UN DÍA EN MAS PAU...


Después de encontrar una oferta, en una de tantas páginas web que ofrecen descuentos - no diré el nombre- salimos a pasar una noche en un lugar que es más restaurante que hotel. Uno de esos lugares donde puedes cenar tranquilamente, sin privarte de nada, sin pensar en desplazamientos después de la cena...pues bien, lo tenemos solucionado ,nos quedamos a dormir.


No entraré en dar explicaciones sobre la historia de la Masia, información que no podréis encontrar en su página web Mas Pau , vamos a ser algo más prácticos, os explicaré mi experiencia.
Para mí, puntuar o valorar a un restaurante no es tarea fácil, intervienen varios factores,  la ubicación,  el entorno, la estructura del edificio, la recepción, las mesas, la puesta en escena de la “función”, camareros y cocineros, como no, la presentación de los platos, seguido de la combinación de sabores y su maridaje con vinos, con más o menos acierto.

Habíamos escogido el menú degustación de primavera, entrantes:” macarrones de arroz a la putanesca, gelatina de Martini blanco con aceitunas, cargolina de sobrasada y queso”. Un homenaje al bacalao: “crujiente de bacalao, bombón de bacalao confitado, por último una crema de puerros con espuma de la gelatina del bacalao”




 Dejamos ya los entrantes y seguimos con un canelón de pasta de foie, con alcachofas y boletus, con unas gotas de aceite de trufa blanca, brutal...
Homenaje a la "calçotada", con una sopa de cebollas tiernas con presse de romesco...
Excelente corvina en salsa con ñoquis de patata, para chuparse los dedos...
Un plato que se quedó algo corto fue este cochinillo con compota de manzana y endivia braseada, gustoso y sabroso...
Colofón final, con dos postre a los que no llegué a tiempo de hacerles foto...bueníssssimos!. Uno, estofado de fresas con granizado de vinagre forum y espuma de pimienta, muy logrado. Seguido de tres chocolates, negro ,con leche y blanco con azafrán, jengibre y pimienta rosa. 

Pedimos cafés...con sus petit fours...

 Bien, lo que es ya el maridaje, podríamos decir que fue correcto, un cava Brut Nature de Castillo de Perelada, seguido de un vino tranquilo de la misma bodega, Blanc de Blancs, Macabeo y Chardonnay, justito...y un tinto reserva de la Rioja, de Bodegas Bilbaínas, clásico cómo no! ¿Mejorable?, seguro...
¿El hotel? Pues muy bien , amplia habitación con grandes camas, bañera y ducha excepcional. Agradable estancia. Ah!! en verano, aprovechen la piscina.

La valoración final es muy positiva, personal muy cualificado, atentos y agradables. Muy buena presentación, lástima los vinos, mejorables. Recordar que tiene una estrella Michellin, por algo será.
Al día siguiente, gran desayuno...zumo de frutas naturales (nada de envasados) embutidos de la zona, pan recién tostado, mermeladas caseras (eso me pareció), yogures de leche de cabra ecológicos (muy buenos), algo de bollería (posiblemente pasta congelada), leche fresca, café y té.