Vaya, revisando antiguas notas de cata que tengo en una caja guardadas…… ¡Dios! , aparece un cuaderno del 23 de febrero del 2009, hecho para la ocasión, de una cata a la que fui invitado, junto a mi amigo Gabriel C. por Quim Vila y Álvaro Palacios, en un hotel de Girona de cuyo nombre no puedo acordarme, con las notas de cata de un Descendientes de J. Palacios Vs Álvaro Palacios, vamos, Bierzo contra Priorato. Arriesgado, ¿no?
Aún lo recuerdo como si fuera hoy, difícil fue olvidarse de tremenda y gratificante experiencia.
Pues sí, 400 personas frente a una mesa ocupada por 8 copas Riedel, 4 de estilo Borgoña y 4 de Priorat. Toda la gente estaba relacionada con el vino de alguna u otra manera, cocineros con estrellas Michelin, importantes tiendas del sector, algunos mediáticos, reconocidos sommeliers, personajes con criterio que escriben en la red, etc….
Después de la presentación a cargo de Quim Vila, Álvaro Palacios nos disertó con una oda al Terroir y la suma importancia que tiene para los vinos de alta expresión. Presentado todo esto, el enfrentamiento estaba basado entre las Garnachas del Priorat y las Mencías del Bierzo, todo para reflejar como influía el suelo en la viña, con el resultado final en la botella.
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los pies de copa |
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orden de cata |
Abrimos la cata con el Bierzo, Pétalos 2007, cereza intenso con borde violáceo, la potencia de la fruta negra (moras y grosellas), muy fresco y algo floreado, finos cacaos aromáticos, dátiles sutiles. Balsámico y especiado en boca, regaliz y pomelos, vamos fresco, con cierta potencia y estructura (89 puntos).
Pasamos al Priorat, Les Terrasses 2006, sutil aroma a evolución, fruta fresca junto a finos tostados y ligeros especiados (clavo), muy armónico, perfumado y femenino, algo cítrico en nariz, con final mineral. Ya en boca es como morder una cereza, fresco y especiado, hierbas de monte con tanino maduro, destacar que es más femenino que otras añadas (88 puntos).
Seguimos en la misma zona, con una novedad, Gratallops 2007, de color intenso a cereza y borde violáceo, se muestra juvenil, fresco, junto a flores y hierbas de monte (lavanda), piruletas rojas destacan su juventud. En boca potente y algo goloso, fresco y untuoso, con tanino marcado, expresivo con tanino marcado, muy interesante (90 puntos).
Ahora vamos al Bierzo, Villa Corullón 2005, un cereza intenso, fruta más madura, algo compotada, torrefactos, dátiles y carne de membrillo. Balsámico y un cremoso roble. En boca es potente y carnoso, tanino algo marcado (falta botella), balsámico y con mucha fruta, cierta calidez. Una vez muy abierto el vino en copa aparecen notas de lavanda al final de la copa que lo hace muy interesante (88 puntos).
Aún en la misma zona, Las Lamas 2005, fresco y floral, fina ebanistería, complejo y perfumado, balsámico y especias dulces (canela, clavo y finas vainillas). Muy atractivo, se podía estar sacándole aromas un buen rato. En boca, carnoso y potente, complejo y estructurado, amplio, largo y mineral, espectacular (91 puntos).
Para terminar en la zona, La Faraona 2006, bonita rima, aquí ya tocamos el cielo……..un vino con un gran abanico de aromas, complejo, para disfrutar y no quieres que se termine, este vino hace sonreír. Posiblemente el mejor vino que haya probado en mi vida y por su precio, no lo volveré a probar, tal vez. Es el más diferente de todos los probados hasta ahora, con una nariz espectacular, se reafirma ya en boca, sedoso y muy equilibrado, rozando la perfección (si existe). De corta producción, 800 botellas, nos bebimos 36 de ellas (96 puntos).
Regresamos al Priorat, queda muy presente el vino anterior……..Finca Dofí 2007, de capa muy cubierta, cerrada. Mineral, llicorella pura y dura, fruta fresca, floreado y complejo. Aromas a tintas, profundo y contundente, finos tostados y caramelizados al final. Con boca espectacular, la viveza de la fruta es descomunal, vino sensual y sedoso. El vino “total” (94 puntos).
Para finalizar, L’Ermita 2007, aún faltándole botella, solo con mover la copa ya desprende todo su concepto, lo tiene todo, ¿flores?, las que quieras, complejidad, falta ensamblarse, está algo alocado. En boca es como un elixir, pulido dos años en botella, se le augura un futuro espectacular como uno de los mejores vinos entre los top ten de España (90 puntos).
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