¿Qué encierra una
cata a ciegas en grupo?
Para unos, una
cata a ciegas requiere dar un paso atrás y reconocer que no sabe tanto como pensaba.
Para otros, el premio personal al recordar un vino ya catado o los matices de
una variedad que te dejó marcado, y ver que la inversión que hacemos en la
compra de vinos tiene su recompensa.
Es un trabajo de búsqueda,
búsqueda en nuestro disco duro, de recuerdos y sensaciones ya vividas. La
capacidad de cada persona en reconocer matices y aromas propios de una variedad
o de una zona en especial se ven sometidas a examen. Un trabajo lleno de dudas
y que ponen al catador en el punto de mira de los compañeros, a ver quién es el
primero en decir algo sobre el vino que intentas desnudar y pendiente que él (el
vino) no te desnude a ti.
Lógicamente nos
sirve de test, nos ayuda a afinar nuestra nariz, nuestros sentidos. Una
actividad divertida donde todos aprendemos. Unos “valientes” se lanzan a dar un
dictamen, algo premeditado, con la mala fortuna de dejarse llevar por las
primeras notas que desprende el vino. Mientras que otros, agazapados, intentan
pasar desapercibidos, esperando no caer la trampa de la desnudez y apreciando
la evolución y trabajo en copa. Las palabras van caras, nadie suelta prenda,
pero una vez lo tenemos claro hay que lanzarse, decir lo que pensamos.
Desde el color, a
la primera impresión al acercar la copa a la nariz e incluso el primer sorbo,
todo son preguntas. ¿Tendrá crianza? ¿Estancia en barrica? ¿Sobre lías? ¿Ya lo
he probado antes? ¿No será monovarietal?... Ay Dios, el vano de preguntas puede
ser tan grande como el de aromas.
En fin, la
cuestión es preguntarte si te divierte, y la respuesta para mi es siempre SI!!
Poder compartir
mesa con apasionados del vino ya es divertido per se. Pero hablar de aromas,
sentimientos y sensaciones es algo que nos une, dándole sentido a lo que no
quiere trasmitir el elaborador. Comprender al vino
Reanimando al vino con nuestras palabras y
devolviéndole la vida. Sensaciones encerradas que salen de la botella una vez
inhalado el oxígeno al golpear en el interior de la copa, como de algo mágico
se tratara y sabiendo que ya no tiene vuelta atrás, exhala sus últimos suspiros
en cada trago que damos. Para eso ha sido concebido, para disfrutarlo y darle
el adiós que se merece.