Primera cena dirigida en Sabadell -Tour Maridaje 2010-. Nuestros amigos Isabel Pellicer y Rafa Fuentes nos abren las puertas de su casa para disfrutar de este encuentro.
Cuatro parejas invitadas, 6 vinos y un plato que traerá cada pareja, la suerte está echada.

Primero inauguramos la velada con una selección de seis quesos, cuatro de los cuales de pasta blanda, un azul inglés y un manchego curado, combinado con una elección de panes de elaboración artesanal muy interesantes. Abrimos el primer vino, Anselmann 2009, Gewürztraminer spätlese, un vino alemán de la zona de Pflaz, un vino genérico de vendimia tardía. Despierta la curiosidad de los comensales por lo poco que conocemos de los vinos que se hacen fuera de nuestro territorio. De color amarillo pajizo con tonos dorados, podemos apreciar con su movimiento y densidad que tiene una carga de azúcar residual notable. En nariz se muestra fresco, algo cítrico, con fruta de carne amarilla madura (albaricoque) y flores de estanque como el nenúfar y otras blancas como el jazmín. El ataque en boca es goloso, con una fina punta carbónica casi inapreciable, amplio, dulce pero muy fresco, acompañado de una acidez notable que nos ayuda a suportar ese dulzor, haciéndolo equilibrado y apetecible. Realmente sorprendió. Se nos hizo algo corto este vino y abrimos otro totalmente opuesto, pero creo que igual de interesante por lo que nos va aportar a nuestro conocimiento. Curioso el siguiente vino, Este, de bodegas Alto Almanzora, Almería. Elaborado con la variedad Macabeo, destaca su color dorado que nos indica una evolución y posible paso por barrica. En nariz tiene notas evidentes de gran extracción y de haber estado algún tiempo de crianza sobre lías, notas salinas (algo de oxidación que nos recuerda a un vino amontillado), potente aroma a cereal (heno) y frutos secos (cacahuete, pieles de almendras….), con una fruta muy madura o ya compotada (manzanas al horno) y mieles duras (panal), también en segundo plano, algunas flores muy marchitas. En boca se muestra algo mejor, potente estructurado y complejo, amplio con un final fresco debido a su acidez y fino amargor final (elegancia). Este vino nos reclama comida por su potencia y nos hace discutir donde se encuentra umbral entre un vino interesante según su elaboración o uno decrépito.
Damos el pase a un plato de marisco compuesto de langostinos, calamares y almejas, ligero y fresco pero lleno de sabor que nos obliga a conjuntarlo con un vino con cierta estructura. Para ello abrimos un vino blanco de la D.O. Catalunya, Macizo 2008. Un vino fruto del coupage de Xarel.lo, Garnacha blanca, Malvasía y Chardonnay del Garraf (Barcelona), creado por Benjamín Romeo, elaborador de grandes vinos en La Rioja como Predicador, en Bodega Contador. De color amarillo pajizo tirando a leves dorados, limpio y brillante, en nariz se muestra complejo, con unos aromas primarios a fruta de carne amarilla (melocotón) y blanca (manzana, pera, melón) muy frescos y a la vez aromas a mantequillas o queso brie, junto con finísimos tostados y almendras. Con un fondo mineral que lo hace más profundo, vamos, está impresionante. Al trabajarlo en copa salen unos aromas a sutiles flores blancas junto hierbas verdes que lo hacen aún más fresco.
Seguimos con otro plato de pescado, unos calamarcitos encebollados, siendo un plato con algo más de rotundidad, por el sofrito de cebolla que lleva, nos atrevemos con un espumoso rosado, D.O.Cava Perles Roses de Naverán, elaborado con la variedad Pinot Noir, con una crianza en rima mínima de 2 años podemos ver un precioso color a piel de cebolla cercano al ojo de perdiz. En nariz da todos los aromas secundarios de un cava, como levaduras y pastelería, pero unas fresas con alguna mora roja y negra por en medio que se muestran para dar fe de la variedad con la que está hecho este cava. En boca es fresco, con un carbónico integrado y un tanino que lo hace grande, acompañado de una más que correcta acidez. Ha sido un gran acierto para este plato, también para cortar y refrescarnos la boca para dar paso a los tintos.
Después de un receso, seguimos con las carnes. Una tulipa de carne picada con foie y ceps, con nido de puerro sobre crema de piquillo y reducción de garnacha. Para este plato hemos escogido una Garnacha de Madrid, Las Moradas de San Martín Initio 2005. De color cereza picota de capa media y tonos violáceos. En nariz, se muestra potente, algo licoroso, con frutas negras y rojas (moras, grosellas,…) muy bien conjuntadas con una madera muy integrada. A medida que se abre, van saliendo los aromas de crianza, finos torrefactos y frescos balsámicos. En boca, se muestra amplio y potente con un tanino aún por pulir (le falta botella) procedente posiblemente del porcentaje de la Cabernet Sauvignon, junto a unas violetas escondidas típicas de la Syrah.
Ya para finalizar, después de toda esta demostración gastronómica, tenemos una mini-hamburguesa de ternera, por cierto tremenda, con mermelada de cebolla y sal de trufa, todo montado sobre un pan de ciapatta hecho al horno de leña. La propuesta, como colofón de la noche, fue un vino de la D.O.C.Rioja, de un corte más moderno que clásico definiría este vino, Finca Torrea 2006 de Marqués de Riscal. De color rojo picota de capa media-alta. Ya en nariz, da rasgos lácteos conservando bien los aromas primarios a fresas silvestres algo confitadas, conjugando notas tostadas con agradables balsámicos, como betún y regaliz, todo en un fondo de finas vainillas. En boca tiene un paso aterciopelado, algo fácil, pero muy armónico y redondo. Es un vino que empieza y acaba, dejando unas sensaciones agradables y un pos-gusto ahumado. Interesante, hecho para gustar a todos los públicos.
En definitiva, todo un éxito y a la espera del siguiente encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario